Al final de esta vida te quedará lo logrado, lo aprendido y todo lo que hayas amado.

La mejor manera de empezar algo nuevo es despidiéndote con agradecimiento de lo viejo.

Vives en el color en el que piensas.

Dale perspectiva a tus problemas, altura a tus ambiciones y tiempo a tu propia compañía.

Lo que debes aprender es como las oportunidades: siempre vuelven.

Hasta en la cadena de pensamientos más dolorosa, hay espacios de quietud donde todo marcha bien.

Cuando la actitud es grande, no importa que los recursos sean pequeños.

Si solo crees en lo que ves, verás poco.

Observa a quien cuida y repara, y verás el absurdo de la violencia.

El caos solo perturba a quien no reposa en la quietud de su centro.

A veces el NO es necesario, y las explicaciones opcionales.

Tu pasión depende de lo que eres, no de lo que haces.

Todo límite es una referencia temporal, no un obstáculo perpetuo.

Lo único que te mantendrá en la cima, es tu voluntad de seguir ascendiendo.

Imposible, es solo una perspectiva.

Las certezas se cultivan dando muchos pasos a pesar de las dudas.

Cuando algo te ha sorprendido, algo has aprendido.

La suerte es la consecuencia de una actitud.

Si quieres conocer a alguien, observa cómo enfrenta sus barreras.

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?