Vive tu vida como si a nadie le importa, porque en realidad a nadie le importa. A nadie le importa si estás bien o si estás mal. No hables a nadie de tus tormentas, porque a nadie le duele tu dolor. Solo les importas si de alguna manera se benefician de ello.

Para subir estás solo. Cuando necesitas ayuda, nadie puede, nadie quiere, nadie está. Pero cuando todo te va bien… ahí sí. Mucho cuidado... porque los insectos siempre vienen cuando la lampara empieza a brillar. Por eso no te hagas de miel, porque te llenarás de hormigas.

Nadie sabe si estará mañana. Aquí todo cambia en 24 horas. Vive y valora lo que tienes y quien está y olvídate del resto.

Deja de discutir y descansa. Discutir es agotador. Deja de pelearte por cosas sin importancia. Cambia el querer discutir por el querer vivir. Dedícate a hacer. A hacer dinero, hacer el amor, hacer recuerdos, enfocarte, divertirte y disfrutar el minuto.

Nada es eterno, ni siquiera este mal momento que estás viviendo. Recuerda que todo es momentáneo; tarde o temprano, las dificultades se desvanecen. La vida es cambio, y este momento también pasará.

A veces conoces a alguien que te hará sentir más soledad que cuando tú estás solo. Si tu presencia no me va a dar compañía, sigue tu camino. No hay peor soledad que cuando estás mal acompañado. Nunca confundas a las personas que te rodean con las personas que están contigo.

Si tienes que convencer a alguien para que se quede, ya se fue. Esa persona ya se había ido antes de que te dieras cuenta.

No te preocupes si me fallas, si me traicionas, si te alejas. Yo soy un hombre trabajador, independiente, leal, buena persona, estable emocionalmente. Si no me valoras... yo no pierdo nada.

La inteligencia de una persona se mide por la clase de pareja que tiene a su lado. Repito: La inteligencia de una persona se mide por la clase de pareja que tiene a su lado. Si tu pareja te engaña, te manipula y tú sigues ahí... Ahora ya sabes de quien es la culpa.

En verdad, tu competencia no son los demás. Es tu flojera, tu cansancio, la comida basura que comes, tus pocas ganas de aprender, de estudiar, de leer, de trabajar. Tu falta de disciplina, de energía, de amor propio. Compite contra eso.

Cuando se seca el árbol, pocos recuerdan el fruto y la sombra que les dio. De gente malagradecida está el mundo lleno. Por eso, a partir de ahora solo da fuego a quien traiga leña. Y vive tranquilo.

Vivimos con tanta prisa en busca de un futuro mejor, que acabamos olvidando todo lo que hemos conseguido hasta ahora. Si nos fijamos bien, vivimos en un montón de oraciones contestadas y ni siquiera nos damos cuenta.

Si no sabes por donde empezar después de esa ruptura, empieza por ti. Por elegirte de nuevo. Elige cuidar tu paz mental y cultivar tu amor propio, a restaurar tu dignidad. Hazlo elegantemente, es decir, tranquilamente. Cuando menos lo esperes, estarás de nuevo de vuelta.

Cuando estés cansado, cuando sientas que ya no puedes más, recuerda lo siguiente: Un día a la vez. Una cosa a la vez. Un pensamiento a la vez. Es decir, baja tu ritmo y sube tu enfoque. No abandones. No tires la toalla. Solo baja tu ritmo y sube tu enfoque.

Acepta siempre ese café, la salida de amigos… Puedes ser el respiro de alguien que sólo necesita hablar para sentirse más aliviado. ¡Qué corta es la vida y qué egoístas somos algunas veces! 𝙍𝙚𝙜𝙖𝙡a 𝙩𝙞𝙚𝙢𝙥𝙤 𝙖 𝙡𝙖 𝙜𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙦𝙪𝙞𝙚𝙧𝙚s

Mucho cuidado con los maltratadores pasivos. Son esas personas que con su indiferencia, silencios y falta de acción, te hacen vivir un infierno.

Elegir tu paz mental, lleva consigo un montón de despedidas y por eso mismo, te van a criticar, incluso odiar, porque lo peor que le puede pasar a quien te desea el mal, es verte bien, es ver que te va bien, que estás bien. Por eso elegir tu paz mental es totalmente necesario.

Si esa persona se fue, es porque quiso irse y no puedes hacer nada más, aunque no lo entiendas. Ya no depende de ti y sufrir por algo que no depende de ti es sufrir tontamente porque no puedes hacer nada. Aceptar no significa rendirte, significa ser inteligente.

Si fuiste feliz con alguien que no era para ti, imagínate cuando encuentres a la persona correcta. Así que… entiende ya la situación de una vez, deja de confundir muros con puertas, y sigue avanzando. Ya te lo digo yo… alguien mucho mejor te espera.

De todas las lecciones que la vida me ha enseñado hay una que me ha marcado: El dolor es temporal pero la fortaleza que se gana es eterna. Cada caída es una oportunidad para levantarse más fuerte. Y que, aunque las heridas dejan cicatrices, también dejan sabiduría y resistencia.